Y es que Hungría no está presente en un Mundial o una Eurocopa desde México 1986, demasiado para una selección que fue de las mejores a principios del pasado siglo.
En un estadio repleto, los húngaros se valieron del 0-1 de la ida para jugar con el marcador y desesperar a una Selección Noruega que perdonó lo imperdonable.
Un golazo de Priskin abrió el marcador en Budapest y la hinchada local ya disfrutaba de una clasificación que el combinado húngaro acariciaba con las manos.
Después de varias intervenciones exitosas del veteranísimo Kiraly, Hungría sentenció el choque con fortuna gracias a un autogol de Henriksen. El propio jugador acortó distancias poco después, pero ya no había tiempo para más y Hungría celebró su histórica clasificación a la Eurocopa.