Ibán Salvador es de esos futbolistas que sacan de sus casillas a todo aficionado rival cuando le ven pulular por el campo. Su capacidad para provocar faltas, esquivar tarascadas o conducir el esférico con el cuero bien pegado al pie, problemas para sus contrincantes, son una bendición para el Fuenlabrada. BeSoccer Pro le examina.
En lo primero que había que poner en el foco era en esa habilidad para hacer que los defensas se pasen de frenada al entrarle o de convencer al colegiado con su lenguaje corporal de que el contacto excedió el reglamento. En efecto, este futbolista es quien más infracciones causaba en todo el fútbol profesional español terminada la primera vuelta de la temporada.
Sumó, hasta la jornada 18 (la 13 en Primera), 61 faltas provocadas a favor, unas 5,44 por 90 minutos. La diferencia para con el resto es brutal. Quien más le discutía en esta parcela del juego es Gaspar Panadero, de la Ponferradina, con una media de 3,88. De ahí hacia abajo, todas las cifras son próximas entre sí y nadie destaca tanto como el 'kiriko'.
Así está la clasificación de faltas provocadas (jugador-equipo-faltas provocadas por 90 minutos-faltas provocadas totales):
1. Ibán Salvador - Fuenlabrada - 5,44 - 61.
2. Gaspar Panadero - Ponferradina - 3,88 - 21.
3. Óscar Trejo - Rayo Vallecano - 3,86 - 37.
4. Nacho Gil - Cartagena - 3,65 - 42.
5. Cristóforo - Girona - 3,5 - 27.
6. Fekir - Real Betis - 3,45 - 36.
Pilar del proyecto profesional del Fuenlabrada
Ibán Salvador llegó al Fuenlabrada como parte del proyecto que orquestó el club para asentarse en el fútbol profesional y a la dirección deportiva no le pudo salir mejor la jugada. El jugador ha pasado a ser una pieza clave y tuvo mucho que ver en que, el curso pasado, el conjunto se quedara a las puertas del 'play off'.
Sus estadísticas avanzadas refrendan esta condición de pilar. No solo es una explosión en todo aspecto ofensivo, sino que ha ido evolucionando para despegarse de la banda derecha y convertirse en un artista del ataque, ya sea en la mediapunta o por los extremos.
Solo suma dos goles en la temporada 20-21, pero Ibán Salvador es mucho más que eso. Juega y hace jugar. Sus pases progresivos dan opciones a compañeros rematadores como Sekou o Kanté y su habilidad para provocar faltas la aprovechan peloteros como Pinchi o Mula.
Su situación actual se la ha ganado a pulso. Hay que recordar que, antes de unirse al Fuenlabrada, completó una gran temporada de la mano del filial del Celta. A sus 25 años, al fin está sintiéndose protagonista, y merecidamente, de un club del fútbol profesional que, de momento, le tiene atado hasta 2023.
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