Zlatan Ibrahimovic ha sorprendido muchas veces, pero lo sigue haciendo. El atacante fue invitado a la fiesta de honor en la ceremonia de consagración del Mälmo, club donde despuntó en el fútbol y ganador de la Liga Sueca.
Allí, el jugador del Manchester United decidió saltarse el protocolo y entregar él mismo el trofeo al capitán del equipo sueco.
La tradición manda que el invitado entregue el trofeo al presidente de la Federación sueca para que éste, después, se lo de al capitán. Sin embargo, Ibra decidió que él quería ser el que entregase el trofeo y no dudó en dárselo a Makus Rosenberg, que no escondió su satisfacción por recibirlo de manos del delantero.
"Claro que es especial recibir el trofeo de las manos de él. "Es un icono del club y del fútbol sueco", afirmó Rosenberg.
Además de llevarse este pequeño gusto, Ibrahimovic también fue premiado con un excelente recibimiento del Mälmo.