La versión del Milan líder ha vuelto. El equipo de Stefano Pioli se impuso este sábado al Bologna por 1-2 en un durísimo partido que se puso más tenso en los últimos minutos con el gol de Andrea Poli.
En una semana de terremotos, los 'rossoneri' volvieron a la calma con un triunfo muy necesitado. Le faltó la guinda a Zlatan Ibrahimovic, que se lamentaba tras perdonar su cuarto penalti de la temporada, pero estuvo generoso y delegó en Kessié para un gol que acabó significando la victoria.
Fue a los 26 minutos de juego. Skorupski le adivinó las intenciones al delantero sueco, pero Ante Rebic estuvo listo para empujar el balón para adentro. Sonrisa de alivio de Ibra, que ya erró contra el Inter, Sparta de Praga en Europa League y Hellas Verona en Serie A.
Ya en la segunda parte, otro penalti para el Milan. Y esta vez el delantero le dejó a Franck Kessié que se encargara. Acertó el marfileño, que está cuajando un año sensacional en la medular del Milan, para poner el 0-2 en el 55'.
Poli recortó distancias en el 81' y esto provocó unos últimos minutos más tensos. El Bologna, que vio cómo expulsaban a su técnico Sinisa Mihajlovic por protestar, quiso apretar al final y obligó a Donnarumma a aparecer.
Aun así, no se movió más el marcador y el Milan pudo respirar. Después de la tremenda derrota con el Atalanta (0-3) y el tropiezo en la Coppa frente al Inter, la victoria en Bologna vuelve a afianzar al líder de la Serie A.