El regreso de Ibra con Suecia fue un completo éxito, al menos, en el día de su vuelta efectiva al campo con el combinado nacional. Los suyos se veían las caras con la Selección de Georgia y él participó directamente en el primer tanto del choque con una asistencia.
Esta, además, fue de excelsa calidad. En pleno área rival, controló un pase por alto, se dio cuenta de que Claesson estaba solo a su espalda y, a la media vuelta, le pasó el cuero con el empeine de la bota zurda con una precisión más que llamativa, pues el espacio que tuvo para maniobrar fue poco.
Se convirtió esta jugada en una evidencia de que el delantero del Milan no solo continúa a un primer nivel a nivel de clubes, como lleva dejando claro toda la temporada en la Serie A, sino también en el plano internacional. Es cierto, eso sí, que Georgia no era el contrincante más temible al que su escuadra podía enfrentarse.
La diana llegó que hizo Claesson gracias a Zlatan llegó además en un momento clave. La cita estaba siendo bastante igualada y ellos obraron en el minuto 35 una buena conexión que permitió a su entrenador afrontar el descanso con más calma de cara a la segunda parte.