Independiente del Valle se cobró su venganza personal y acabó con Flamengo en la Recopa Sudamericana 2023 tras haber caído en 2020. Pero el conjunto ecuatoriano conquistó algo más que un título y es que los de Anselmi, con una brillante defensa y sin apenas ocasiones de gol, fueron capaces de anular toda la artillería del 'Mengao' y dejar un mensaje claro sobre el tapete de Maracaná: al fútbol, no solo se gana con el 'jogo bonito'.
Pero como buen humilde, el conjunto visitante tuvo que insistir, persistir y, sobe todo, nunca desistir. Remó contra viento y marea tras el empate 'in extremis' y ejecutó su obra maestra desde los once metros. Pero vayamos por partes.
El choque comenzó como era de esperar. Flamengo se volcó desde el minuto uno en busca de ese ansiado tanto que igualase la eliminatoria, mientras que Independiente del Valle se mostró cauto y resguardó sus espaldas.
Quizás, esas ganas desmedidas llevaron al 'Mengao' a precipitarse a la hora de elaborar la jugada. Aunque tampoco hay que quitarle mérito al conjunto de Anselmi, que formó un bloque sin fisuras que llevó a la desesperación local.
Muy pronto comenzaron a llegar las ocasiones, para quien si no, para Flamengo. Pedro lo intentó con un ligero remate de cabeza y más tarde volvió a probar con mayor fortuna, ya que la pelota se fue al fondo de la red. Sin embargo, la acción estuvo invalidada por fuera de juego.
El choque siguió sin noticia alguna de Independiente del Valle. Tan solo un ligero aviso de Alcívar, que no puso en serios aprietos a Santos. Pero el conjunto de Anselmi no tuvo prisa y siguió el guion de su entrenador al pie de la letra.
Esfuerzo desmedido, ¿sin premio?
Ya en la segunda mitad, el guion fue el mismo que en los primeros 45 minutos. Flamengo llegaba a la portería de Ramírez sin cesar, aunque el 'Mengao' fue incapaz de materializar sus ocasiones de peligro.
Un segundo acto que se hizo eterno para el cuadro ecuatoriano, que veía como el tiempo no avanzaba. Todo lo contrario que para los locales, para los que avanzó a toda mecha.
El partido entró en su recta final y Flamengo fue un auténtico vendaval sobre la meta de Ramírez. IdV gozó de mayores espacios, aunque no por ello lo tradujo en ocasiones de gol.
Independiente del Valle ya comenzó a saborear las mieles del éxito una vez se conoció el añadido. Sin embargo, en esto del fútbol, nunca se puede dar por muerto a un rival y mucho menos si este es Flamengo.
El tiempo llegaba su fin y cuando ya nadie lo esperaba, el 'Mengao' tocó la gloria. Con todo IdV dentro de su área para defender, Cebolinha pudo bajar un centro desde la derecha y mandar un pase fuerte al corazón del área, donde apareció De Arrascaeta para mandar el esférico al fondo de la red y desatar la locura en el Maracaná.
30 minutos más de fútbol que dejaron a un único dominador y ese no fue otro que Flamengo. Ya no es que Independiente del Valle prefiriese resguardarse atrás, sino que las fuerzas y el aliento se le agotaron.
Pero el 'Mengao' también es humano y, pese a que no dejaron de atacar, las ocasiones se fueron diluyendo y cada vez fueron menos peligrosas. Los penaltis fueron inevitables de cara a decidir al nuevo campeón de la Recopa Sudamericana.
Nadar para morir en la orilla
La tanda de penaltis, sobre todo en una gran final, divide las opiniones de los aficionados al fútbol. Unos dicen que es una lotería; otros, que tanto para lanzarlos como para detenerlos hay que ensayar y estudiar a tu rival.
Sea como fuere, Flamengo e Independiente del Valle se sumieron en la parte final de su agónica batalla. Cinco lanzamientos y once metros para alcanzar la gloria.
Los nervios, el cansancio o simplemente esa suerte de la que antes hablaba hicieron que De Arrascaeta, que había sido el héroe apenas unos minutos antes, se convirtiese en el villano del 'Mengao'.
El uruguayo fue el único que erró su pena máxima. Un pleno para el cuadro de Martín Anselmi, que se hizo con un título que ya dejo escapar en 2020, precisamente frente al mismo rival de esta noche. La Recopa Sudamericana ya tiene a su nuevo rey.