Iker Casillas, toda una vida en el Madrid

El portero ingresó en el club en la temporada 1990-91, cuando entró en el prebenjamín merengue. Un año después, pasó a ser parte del Real Madrid C y de la selección sub 20 para disputar el Mundial Juvenil de 1999.
Su debut en Primera fue en el mismo año, en San Mamés, que acabó con empate a 2. Esa misma temporada fue el portero más joven que jugó y ganó una Final de Liga de Campeones, cuando ganó "La Octava" con el Madrid.
Pero fue en la campaña 2001-02 cuando Iker se convirtió en titular indiscutible, en imprescindible. Había perdido la titularidad en detrimento de César Sánchez pero éste sufrió una lesión en el partido de final de Champions contra el Leverkusen. Casillas le sustituyó y, con tres fantásticas paradas, ganó su segunda Champions y "La Novena" para el club blanco.
Desde entonces, el portero sobrevivió a dos presidentes (Ramón Calderón y, de nuevo, Florentino Pérez) y fue titular indiscutible con todos los entrenadores que tuvo el club merengue en todo ese tiempo: Queiroz, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Fabio Capello, Schuster, Juande Ramos y Pellegrini.
En la campaña 2010-11, Iker se convirtió en capitán tras la marcha de Guti y Raúl y Mourinho llegó como técnico. Pero no fue en esta temporada cuando Casillas perdió la titularidad: fue en el tercer, y último, año de Mourinho. El principio del declive de Casillas.
Hasta entonces, el guardameta había ganado con el Madrid 4 Ligas, 3 Supercopas de España, 1 Copa del Rey, 2 Champions, 1 Supercopa de España y 1 Copa Intercontinental.
Una de ligas que ganó fue con el técnico portugués: la llamada "Liga de los Récords" porque fue ganada con 100 puntos y 121 goles. Pero Casillas fue relegado al banquillo, en principio, como un toque de atención por su mal inicio de temporada aunque también podría ser por la mala relación entre el entrenador y el portero.
Casillas logró recuperar la titularidad después de navidad, pero entonces fue Arbeloa el que lo mandó de nuevo al banquillo tras fracturarle accidentalmente una mano de una patada. El club fichó a Diego López e Iker pasó dos meses y medio de baja.
Y ya nunca volvió a ser lo mismo. No recuperó el puesto en ninguna competición porque Mourinho consideraba que no estaba a buen nivel. Después, el técnico reconoció que prefería un perfil de portero como Diego López antes que uno como Casillas. Esto dividió al vestuario y a la afición hasta que el portugués tuvo que abandonar el Madrid.
Desde entonces, a pesar de que ya ni Diego López ni Mou estaban en el equipo, empezó un calvario para Iker. La afición estaba totalmente dividida y los 'mourinhistas' no dejaron de pitarle. La realidad es que Casillas ya no tenía el nivel de antaño y había ido apagándose. En la era Ancelotti quedó relegado a partidos de Champions y Copa del Rey.
Ahora, el considerado mejor portero del mundo desde el último lustro está a punto de dejar el club de su vida por el Oporto y se espera que se haga oficial en las próximas horas.
Una salida muy esperada para unos y muy triste para otros pero, al parecer, necesaria para todos. Ya no hay vuelta atrás.