Arrancó con ímpetu el Athletic, tratando de asumir el protagonismo en un Anoeta donde recibieron a Iñigo Martínez con billetes con su cara, silbándole en cada intervención para recordarle la 'traición' de cambiar los colores por los de su eterno rival.
Merced al paso de los minutos, la Real Sociedad fue meciendo la voracidad inicial de los 'leones', tejiendo con paciencia las ofensivas hacia una zaga rojiblanca que adolecía de tensión defensiva competitiva para retener las embestidas de un conjunto 'txuri urdin' henchido de confianza.
Con insultante facilidad, los de San Sebastián desbordaban a los de Bilbao, desatando la euforia en una parroquia local que celebró atónita el gol en propia puerta de Mikel San José. Un excelso saque de esquina botado por Canales lo introdujo en su portería el centrocampista del Athletic, firmando el primer acto de su tarde desafortunada.
El tanto no hizo si no espolear a una Real Sociedad que se gustaba en Anoeta, hilvanando con esmero un traje para el Athletic de Bilbao. A pesar de Kepa, que coleccionó intervenciones para llenar un albúm de fotos, Oyarzabal consiguió besar las mallas antes del descanso.
Aunque intentó reaccionar, la tímida reanudación visitante permitió a los locales firmar el tercero gracias al segundo gol en propia puerta de Mikel San José. Sin embargo, tras el 'tierra, trágame' del centrocampista de rojiblanco, los de Ziganda se encontraron una mano absurda de Diego Llorente que Raúl García no perdonó, provocando la estampida.
A falta de media hora para el final, los leones despertaron y comenzaron a rugir en Anoeta, donde empezaron a sobrevolar algunos fantasmas que han lastrado al equipo durante la temporada, poniendo en duda un resultado que no se movería, pero sí encogió el corazón de la parroquia 'txuri urdin'.
Imanol agranda su leyenda, venciendo al Athletic de Bilbao en San Sebastián cuatro años después, para situar a la Real Sociedad a dos puntos de la Europa League, hundiendo a un Ziganda que no logra dar con la tecla.