De más a menos y de menos a más. El Barcelona mostró una imagen irregular en su primer encuentro de la gira de Estados Unidos, en el que consiguió llevarse la victoria ante el Nápoles con un tanto de Ivan Rakitic.
Pero el verdadero salvador de los azulgranas fue Neto. El portero firmó un partido sensacional y mantuvo con vida al resto de sus compañeros durante muchos minutos.
El principal problema de los de Valverde fue en defensa. Cuando la posesión era 'culé', Busquets se incrustaba entre los centrales para facilitar la subida por las bandas de Wagué y Junior Firpo.
El lateral, recién llegado del Betis, no tuvo su mejor partido y aún debe adaptarse al estilo de juego del Barcelona. En más de una ocasión el Nápoles trató de aprovechar los huecos que se generaban a su espalda.
Por suerte para el cuadro español, los italianos no encontraban la forma de disparar a puerta. Los pocos lanzamientos que salían entre los tres palos eran repelidos por un Neto muy seguro.
En el intercambio de golpes salió beneficiado el Barcelona, que se adelantó en el marcador. Tuvo que subir Busquets, aburrido de quedarse entre los zagueros, para abrir la lata con un chut desde fuera del área.
Pero muy poco iba a durar la alegría en el seno del club de la Ciudad Condal. En uno de los errores defensivos del Barça llegó el empate. Tras dejar atrás a Junior, Callejón puso un centro-chut que Umtiti empujó a su propia portería.
Justo antes del pitido final, Neto volvió a evitar el tanto del Nápoles que hubiera supuesto el 2-1 para el cuadro 'azzurro'. El calor apretaba y los jugadores agradecieron el descanso.
Sobre todo los del Barcelona, que ayudados por los cambios, salieron con energías renovadas al campo. Dembélé, De Jong o Abel Ruiz fueron algunos de los nombres clave en la segunda mitad.
El partido de Frenkie volvió a ser sensacional. Sin florituras, cuidó el balón a la perfección y fue clave para que los 'culés' tomasen las riendas de la pelota en la segunda mitad.
Un Dembélé eléctrico volvió loca a la defensa italiana, que descuidó las llegadas en segunda línea. Y fue lo que aprovechó Rakitic para poner el definitivo 1-2 en el luminoso.
Mención especial a la batalla que en la segunda mitad tuvieron Milik y Neto. El ariete polaco dispuso de hasta cinco ocasiones para marcar. Dos de ellas se marcharon desviadas.
Las otras tres fueron paradas que llevaron la firma del meta 'culé', que se hizo gigante y fue la clave para retener la victoria. El Nápoles tendrá su oportunidad de revancha el sábado en Michigan. el Barcelona aún no se puede confiar.