El Real Madrid superó con relativa comodidad al Atalanta y presentó su candidatura a recuperar el trono de la Champions League. Lo hizo con un partido muy serio, de gran rendimiento coral, en el que destacó la eterna pareja Modric-Kroos. En ausencia de Casemiro, los dos veteranos se echaron el equipo a la espalda y controlaron todas las operaciones en el centro del campo sin discusión.
Especialmente bueno fue el partido de Luka Modric, que aprovechó el regalo de Sportiello para entregarle en bandeja el 1-0 a Benzema y estuvo a un nivel superlativo. Según los datos de rendimiento de BeSoccer Pro, el futbolista blanco estuvo a un nivel excelente. Dio 89 de 98 pases buenos, un 91% de acierto, robó cinco balones, ganó cuatro de ocho duelos y entró en contacto con el balón 109 veces además de la mencionada asistencia a Karim. Y todo ello con 35 años, cuando parecía que sus mejores años ya habían pasado.
March 16, 2021
Un análisis más profundo a su fútbol de esta temporada 2020-21 arroja datos sorprendentes. Lo cierto es que el juego del balcánico no ha estado tan alejado del que le llevó a ganar el Balón de Oro en 2018 y confirma que sigue estando al nivel que se exige para jugar semana a semana ne el Real Madrid.
La calidad en el pase de Modric no se ha resentido en estas tres campañas. Intenta prácticamente el mismo número de pases (70,5 por los 70 de la 2017-18), sigue apostando por el desplazamiento largo cuando corresponde (6,1 por los 6,6 del año del Balón de Oro) y se mantiene igual de vertical en su fútbol. Su número de pases verticales por partido es prácticamente idéntico (26,7 da ahora por los 26,6 del año del Balón de Oro). Solo en el número de pases progresivos se ha notado un ligero retroceso (10,2 por 12,2), en tanto que las asistencias que da Modric siguen siendo las mismas (media de 0,2 en ambas temporadas).
Tampoco hay una gran diferencia entre este Modric y el que fue galardonado en el resto de estadísticas clave para los centrocampistas. Va al suelo con éxito 12 veces por partido por las 13,4 que lo hacía en la 2017-18, recupera casi los mismos balones (tres de media por choque frente a los 3,3 de hace tres años) y sus duelos ganados por encuentro no reflejan un evidente desgaste físico (16,6 se llevaba en la 2017-18 y 15,8 en esta temporada).
Por último, desde un punto de vista algo más defensivo, su fútbol sigue siendo brillante. Su número de pérdidas por partido se mantiene en números casi calcados (8,7 por 8,3) y recupera incluso algo más de balones por cada falta que comete (3,9 ahora por los 3,7 de la 2017-18). Números, en definitiva, que respaldan la idea de que el croata aún merece renovar y todavía tiene cuerda para rato. Ha sabido cuidarse durante toda su carrera y si bien algo menos brillante, su fútbol continúa siendo prácticamente tan sólido como en la mejor campaña de su carrera.