Fue muy injusto el fútbol con Independiente del Valle. Pudo golear y sentenciar la eliminatoria ante un Pumas UNAM, que más que un puma parecía un lindo gatito.
El tigre del partido fue José Angulo. No sólo ya por los dos goles que anotó, sino por la sensación de peligro constante cada vez que entraba en contacto con la pelota. El joven delantero oposita a dar el salto a Europa.
Justo cuando parecía que el tercer gol iba a llegar, Fidel Martínez marcó para Pumas aprovechando un rebote tras el cabezazo a la madera de un compañero. Los mexicanos se metían en la eliminatoria en los últimos minutos.
Volvió a la carga Independiente tras el gol, pero Pumas replegó su defensa conformándose con el resultado. Y, visto lo visto, puede que haya sido la mejor decisión.