Desde el principio, Independiente presionó arriba, luchó cada balón... pero comenzó perdiendo. La presión de River surtió más efecto y los Millonarios se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Álvarez Balanta.
Un poco después se lesionó Pellerano, que tuvo que abandonar el césped, y se desconoce todavía el alcance de la lesión. Pero tres minutos más tarde llegó el empate e Independiente recuperó la sonrisa. Claudio Aquino sacó el fusil y colocó el 1-1.
El segundo tiempo comenzó con dudas. El juego, embarullado, y el ritmo, muy bajo. River se partió y comenzó a perder fuelle. Tanto que Aquino de nuevo y luego Víctor Cuesta pusieron el 2-1 y 3-1 respectivamente.
Sobre el final, el 3-2 de un River que evidenció la falta de ritmo y se dejó vencer la Copa de Mar del Plata, pese a comenzar ganando.