El Bayern ha convertido la velocidad por bandas en su denominación de origen en los últimos años. Robben, Douglas Costa, Ribéry, Coman, Gnabry. Bajo esa premisa, Alphonso Davies (Buduburam, 2000) podría ser el mismísimo hijo del viento. El tipo más rápido de la Bundesliga en la actualidad, también para los récords, ha llegado para marcar una época.
Quizá no es que sea el lateral zurdo del futuro, sino que él ha traído el futuro a esa manera de entender la demarcación. Porque el paso de los años va reconvirtiendo a los jugadores; el delantero se hace mediapunta, el mediocentro evoluciona a central. En su caso, ha pasado en un suspiro de extremo a lateral porque medio campo se le queda corto. Davies va más allá de ser un carrilero ‘box to box’, es que parece atacar y defender a la vez.
Hablamos de un tipo pegajoso en la marca, que si falla se encomienda a su prodigiosa rapidez, con aceleración digna de atleta y una robustez que aprovecha para intimidar. Por ello suma, como nos recuerda ProFootballDB un gol y cinco asistencias en 29 encuentros y es el segundo defensa de las grandes ligas con 21 años o menos (aunque él aún anda en los 19) que más pases clave da por cada 90 minutos (1.58).
Pedirle adaptación a un nuevo puesto en el campo suena a broma para alguien que nació en un campo de refugiados ghanés y tuvo que emigrar pronto a Canadá a reiniciar su vida. Sus padres, literalmente, tuvieron que buscar comida entre cadáveres huyendo del horror en Liberia, así que el sacrificio es un credo familiar, no una noción futbolística. El terreno de juego solo es diversión para él.
Las bajas de larga duración de Lucas Hernández y Süle obligaron al Bayern a recolocar a Alaba en el centro de la zaga y a Davies a ser lateral. 29 partidos después, de ahí ya no le bajará nadie. Ni de un porvenir espectacular, tanto en la Bundesliga como en Canadá, que le reclutó como el joven más ilusionante de su historia.