Poco fútbol hubo en la primera mitad sobre el césped de Bulgaria. Los cánticos racistas colmaron las gradas y hubo un sentimiento de incomodidad por parte de los futbolistas. Aun así, hicieron su trabajo y se pusieron manos a la obra para dar una buena actuación.
Estaba siendo superior Inglaterra, como dictaban los pronósticos. Pronto llegó la primera diana por obra de Rashford, que dejó sentado a un rival antes de batir a Iliev, que, eso sí, pudo hacer más para detener el disparo. Barkley marcó el segundo gracias a un 'pase de la muerte' y el tercero de cabeza.
Entonces llegó el peor momento, al que nunca se quiere llegar. Ya hubo que detener el partido por cánticos racistas antes, pero, un rato más tarde, se produjo la segunda detención por las quejas de Southgate. Los jugadores amenazaron seriamente con abandonar el césped.
Cuando volvió a rodar la pelota y los indeseables se fueron del estadio, poco tardó Sterling en marcar el cuarto gol vía pase lateral de Kane, que le dejó solo al batir a Iliev con su habilitación. En el descanso, Popov habló con las gradas para que cesaran los cánticos ofensivos.
Desaparecieron las apologías al racismo en la segunda mitad y se pudo ver más fútbol. Se mantuvieron los ingleses superiores sin problemas, aunque los búlgaros lo intentaron en varias ocasiones desde lejos. Se empleó a fondo Pickford, que protagonizó algunas paradas clave.
Kane fue el encargado de poner la 'manita' tras una jugada de gran calidad de Sterling y metió también el sexto tanto tras un gran robo a la defensa rival y un autopase de bella factura. 0-6 fue el resultado final, aunque no sirviera para clasificarse todavía para la Eurocopa, pues Kosovo ganó. Habrá que esperar un poco más.