Hace una década, Inglaterra tenía un plan para volver al mejor nivel. Necesitaba ganar un Mundial de categorías de formación, llegar a semifinales de la Eurocopa de 2020 y ganar el Mundial de 2022. Con los dos primeros hechos, le toca el turno ahora a la cita de Catar.
No pudo comenzar mejor el conjunto de Gareth Southgate. Es cierto que Irán ofreció muchos espacios, muchas facilidades defensivas, pero también lo es que pocos conjuntos tienen tanta mordiente en ataque como Inglaterra.
Se permitió el lujo el seleccionador de dejar a jugadores como Rashford, Foden o Grealish fuera del once titular. Y poco importó, porque hay jugadores con ángel como Saka o como Bellingham.
Una presentación de alto nivel
Jude Bellingham llega a este torneo como uno de los grandes nombres. Ya ha deslumbrado en el Borussia Dortmund y muchos esperaban su carta de presentación ante Irán.
No se puso nervioso el adolescente, que con Rice firmó un centro del campo al mejor nivel. Aprovechó, además, para estrenarse como goleador con los 'three lions' para abrir la cuenta goleadora.
El juego a balón parado volvió a dar réditos a Inglaterra. Maguire, que minutos antes estrelló un balón al palo, permitió a Saka marcar el primero de los dos goles de los que disfrutó en la tarde de Catar.
Una Irán aún más empequeñecida
Todo ello ocurrió después de que Beiranvand tuviese que marcharse. El portero iraní chocó con un compañero y acabó tan conmocionado que, después de diez minutos de espera, tuvo que pedir el cambio.
El estreno de Hosseini no pudo ser peor. el cancerbero suplente iraní se llevó seis goles en el saco, y eso que Kane se quedó sin marcar. Antes del descanso, Sterling ya había puesto la sentencia.
El juego 'timorato' que a menudo ha privado a Southgate de cotas más altas no apareció, al menos ante Irán. Inglaterra insistió, encontró el camino al gol y fue más vertical que nunca para sellar el mejor partido.
Saka continuó con su exhibición. Taremi quiso dar algo de emoción pero lo enfrió Southgate con un cuádruple cambio, lesión de Maguire mediante, que aprovecharon Rashford y Grealish para sumarse a la fiesta. Finalmente, Taremi, desde el punto de penalti, puso el epílogo.