La primera en sellar su clasificación para el partido que dará el nombre del campeón fue Portugal. El conjunto luso logró su pase a la final con un gol de Gedson Fernandes en el minuto 24 del encuentro. Aunque Holanda intentó igualar el choque durante el resto del duelo, al final la victoria fue para los chicos dirigidos por Hélio Sousa.
Después, Inglaterra, con un tanto agónico en el minuto 90 de Lukas Nmecha, se deshizo de la República Checa para citarse con Portugal. El delantero del Manchester City resolvió la eliminatoria con un buen taconazo que sirvió al cuadro británico para poder optar al título.