Era el partido más esperado del día. Eibar y Celta de Vigo se encargaron de abrir la temporada de Primera División 2020-21 marcada por el COVID-19. Pero, pese a las expectativas, el partido quedó en nada.
El miedo por perder, más habitual en las últimas jornadas que en las primeras, mandó en un encuentro que, de mirar a las últimas campañas, enfrentaba a dos rivales directos por la salvación.
Prefirieron ambos técnicos tirar de viejos conocidos que de las incorporaciones, aún por llegar en los dos conjuntos. Eso sí, Óscar García sorprendió con la inclusión de un Emre Mor que fue el mejor del Celta y al que quiere recuperar para la causa.
Respondió el Eibar gracias a Dmitrovic. El portero serbio volvió a demostrar que es una de las principales razones para soñar de nuevo con una salvación cada año más complicada.
Nolito probó a Dmitrovic, en forma para el inicio. También Brais Méndez, pero su disparo se marchó ligeramente por encima de la portería. Quien no estuvo acertado fue un Aspas que, en su partido 200 en Primera con el Celta, se quedó a cero.
Bigas estuvo a punto de sorprender a un Iván Villar que, por las lesiones de Sergio Álvarez y Rubén Blanco, se ha hecho dueño de la portería celeste. Pero el disparo del 'armero' se marchó, tras una volea, rozando la portería del Celta.
Pocos se acordarán de un partido en el que lo más noticiable fue la expulsión de Pape Diop por doble amarilla. En solo seis minutos vio las dos amonestaciones que le convirtieron en el primer expulsado de LaLiga 2020-21 y la primera baja confirmada para la segunda mitad.