El barcelonismo cierra los ojos y se tapa los oídos cada vez que escucha que Iniesta puede poner punto y final esta temporada. No al fútbol, pero sí a un Barça para el que lo ha sido absolutamente todo. Un líder, un jugador especial, un genio. A la par que Xavi Hernández, su buen amigo Xavi, fiel compañero en cada uno de los títulos que han ido conquistando en sus exitosas carreras.
En poco más de un mes, Iniesta debe decidir su futuro. Renovó de forma vitalicia hace algunos meses, pero desde China aprietan con un contrato incomparable en lo económico. Es la única opción del manchego si decide marcharse del Camp Nou. Un destino exótico, el mismo camino que tomó Xavi.
Como apunte, el actual jugador del Al Sadd aún no ha decidido qué hará el curso venidero. O renueva o cuelga las botas, algo que aún no pasa por la cabeza de un Iniesta ciertamente sometido por las lesiones en el tramo final de su carrera.
El sóleo ha sido un caballo de batalla para Iniesta, quien como Xavi puede cerrar una etapa de ensueño levantando todos los títulos posibles. Xavi se despidió con un triplete, el logrado con Luis Enrique en el banquillo. Una despedida insuperable que podría copiar Iniesta esta temporada, toda vez que el Barcelona tiene todas las opciones abiertas de conseguir un nuevo triplete.
Pese a las llegadas de Dembélé, Coutinho o Paulinho; Iniesta continúa siendo clave tanto en el Barcelona como en la Selección Española, con la que tiene una cita pendiente este verano. Un Mundial que, o mucho cambia la cosa, o supondrá el punto y final del héroe de Sudáfrica con la camiseta nacional.
17 años estuvo Xavi en el Barcelona, 16 suma Iniesta. Importantes hasta el final, líderes en el campo y en el vestuario. Dos mitos en clave azulgrana que parecen compartir hasta la forma de decir adiós.