Si la marcha de Iniesta en sí es ya muy significativa y marca un antes y un después en el Barcelona, la simbología adquiere mucho más significado teniendo en cuenta que son de los cuatro grandes referentes del gran Barça del siglo XXI.
Fueron Valdés y Puyol los primeros en irse, al término de la temporada 13-14. Un año después, le tocó el turno al centrocampista egarense, así que Iniesta se había quedado como el único que portaba esa bandera.
La próxima temporada abrirá un nuevo ciclo en el que otros veranos del plantel tendrán que dar un paso al frente en cuestiones de capitanía.
Messi y Busquets se quedan ahora mismo como únicos capitanes para el año que viene, pues Mascherano también se marchó en el mercado de invierno y dejó ese hueco.
Los Piqué, Rakitic, Jordi Alba, Luis Suárez o Ter Stegen presentan muchas papeletas para sumarse al cuarto del año que viene.