A través de las redes sociales, y desde el hospital, el jugador castellano ha señalado que le gustaría "quedar bien y decir que esto son cosas del fútbol, pero no debería ser así".
"Sigan sin castigar entradas desproporcionadas, más propias de lucha libre o de fútbol americano. Como siempre, hasta que no ocurra alguna desgracia, no se cambiarán las normas", indicó el defensa en alusión a la decisión disciplinaria del colegiado.
Pablo Íñiguez recibió en los últimos minutos del partido ante el Sabadell (2-1) una fuerte entrada del jugador Arturo, quien fue sancionado por esta acción con tarjeta amarilla, lo que provocó que el central se desplomara de forma violenta sobre el terreno de juego.
Pese a querer finalizar el encuentro, el defensa del Hércules, se sintió mareado, fue trasladado en ambulancia y con un collarín a un centro hospitalario, donde ha pasado la noche.
Todas las pruebas realizadas descartaron una lesión de gravedad, anunció a última hora de este domingo el Hércules en sus canales oficiales, a la vez que agradeció a los servicios médicos del club catalán su trato y atención.
Íñiguez también se mostró agradecido a los médicos del Sabadell y agradeció que todo quedara "en un susto". "Ahora mismo con dolor en el cuello, veremos que tal evoluciono", concluyó el jugador, quien dice que desde ya se debe pensar en el próximo partido.