Oviedo y Dépor dan un pasito más en su pelea por la permanencia, pero con mejor sabor de boca para los 'herculinos'. Evidenciaron que siguen siendo muy frágiles atrás, pero también que son capaces de igualar un marcador adverso si se lo proponen. Lo mejor, el golazo de Sabin.
La mano de Fernando Vázquez se nota y mucho, pero su equipo se derrumba rápido. De ahí que dominara en los primeros compases, aunque le duró poco. En cuanto su rival metió una marcha más, evidenció su fragilidad defensiva. 26 minutos así bastaron para que Ortuño abriera la lata de cabeza.
La pausa de hidratación vino que ni pintada para la reacción, pues el técnico visitante pudo reordenar a los suyos. La mayor presencia en el área rival que logró sirvió para provocar un penalti. Çolak engatilló y buscó las tablas, pero se encontró con un paradón de Lunin.
Para colmo, se repitió el inicio de la primera mitad. El Oviedo aceleró y golpeó con contundencia. Esta vez, fue Bárcenas. De falta, sorprendió a Dani Giménez con un golpeo tremendo. Lo que no esperaban los del Cuco Ziganda era que apareciera Sabin con una chilena espectacular para recortar distancias justo antes del descanso.
La diana fue el combustible que impulsó al Dépor en la segunda mitad. Salieron serios y poco tardó Nolaskoain en firmar las tablas rematando la prolongación de un saque de esquina. Saltaron las alarmas en el cuadro asturiano y hubo que volver a encender la chispa.
Los gallegos se negaron a bajar el ritmo y el resultado fue un choque de trenes hasta el final del partido que quedó sin vencedor. Fueron los locales los que acabaron, por lo general, siendo algo superiores, pero no fue suficiente para marcar de nuevo. Reparto de puntos que no satisface del todo a nadie.