Iker Casillas colgó los guantes de forma triste después de una gran jugada tras no poder recuperarse de un problema de corazón.
El ya ex guardameta dejó el Oporto y recibió el cariño de toda la familia del club luso, pero a todos les hubiera gustado verle decir adiós desde el terreno de juego.
Desafortunadamente, no pudo ser. Pero no fue porque en el equipo no lo intentaran: "Iker es una leyenda en el fútbol mundial. Tuvimos la suerte de poder compartir unos años con él y pudimos despedirnos después de todo lo que pasó con su problema cardíaco y también con el problema de salud de su esposa. Lo intentamos todo para que jugara aunque fuera un minuto, pero no pudo ser".
"Era justo tenerlo con nosotros para levantar los trofeos porque hizo crecer y evolucionar a la plantilla. El técnico hizo de su presencia una prioridad. Tiene la inteligencia para no ser demasiado protagonista y, a la vez, acompañer bien a los jugadores", concluyó Siramana Dembélé, asistente de Sergio Conceição, en la web del periodista Rémi Martins.