Como cada partido en el que se enfunda la camiseta de 'La Roja', Gerard Piqué estuvo en el ojo de huracán. Ante Costa Rica, en La Rosaleda, no fue menos, y cada vez que tocaba el balón hubo división de opiniones.
A pesar de los ya típicos silbidos, buena parte de la afición malagueña coreó el nombre de Piqué. Lo hizo tras varias apariciones del defensa en ataque, en el que se quedó cerca del gol en un par de jugadas a balón parado.
Pero las cánticos fueron manchados por aquellos que decidieron olvidarse del fútbol y cargar sus iras contra el central catalán.