Chygrynskiy y Giakoumakis dieron la vuelta al marcador en dos minutos, lo que hizo estallar a la ya de por sí voluble hinchada del Olympiakos.
Ya se encendieron bengalas durante el partido, pero tras el pitido final se llevó a otro nivel. Los aficionados locales invadieron el campo, bengalas en mano, y se las arrojaron a los futbolistas del AEK.
4 de febrero de 2018
Ello motivó la intervención de agentes antidisturbios, pero no lograron calmar los ánimos y disolver a los furiosos aficionados, y entonces hicieron acto de presencia sobre el terreno de juego agentes armados.
4 de febrero de 2018
Fútbol griego en estado puro.