Un descenso suele conllevar otras decisiones difíciles. Y una de ellas la protagonizó el que ya hay que calificar como ex del banquillo majariego.
Siete temporadas después, se rompe un vínculo que ha tenido momentos muy intensos entre las partes. Iriondo alegó que no encuentra "la motivación para seguir adelante".
"El Rayo es mi casa y lo será siempre, pero tengo que ser consciente de que alguien tiene que tomar la responsabilidad de lo ocurrido esta temporada, por más que haya habido muchas circunstancias en contra que han dificultado el trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores", argumentó.
Asimismo, en el comunicado del Rayo Majadahonda se explica que la decisión fue "una sorpresa para la Junta Directiva", por lo que tienen que partir desde cero en la búsqueda del nuevo entrenador.
10 de junio de 2019