El centrocampista del Betis Isco Alarcón pasó este viernes de nuevo por el quirófano al haber sido intervenido en Madrid, por segunda vez en un periodo de tres meses y medio, de la rotura de peroné de la que ya fue operado el pasado 20 de mayo, tras detectar los médicos que el callo de dicha fractura no consolidaba como esperaban.
El club bético informó en un parte médico de que el jugador de Arroyo de la Miel (Málaga) "ha sido revisado quirúrgicamente de su fractura de peroné izquierdo por el doctor Manuel Leyes" en la capital de España, en colaboración con los traumatólogos del club Rafael Muela y Francisco Javier Montilla.
"Se ha realizado una limpieza del foco de fractura reforzado mediante injerto óseo y recolocación de osteosintesis con placa. El jugador necesitará una fase inicial sin impacto y posteriormente realizará la fase de readaptación", explicó en su comunicado.
El Betis no señala ningún plazo de recuperación ni en este parte ni en el de hace dos días, cuando anunció que tenía que ser intervenido de nuevo, aunque el responsable de sus servicios médicos, José Manuel Álvarez, adelantó el miércoles que primero deberá estar "entre 6 y 8 semanas sin ningún tipo de impacto" y luego afrontar el periodo de readaptación, con lo que se estima que Isco no podrá reaparecer hasta finales de este año o principios de 2025.
El malagueño, que se lesionó el 16 de mayo en un partido de LaLiga en el campo de Las Palmas tras un golpe en el gemelo, fue operado cuatro días después de una "fractura diafisaria del peroné izquierdo" y, con el trabajo de recuperación hecho desde entonces, en principio estaba en el proceso de puesta a punto para poder volver a los terrenos de juego.
La entidad verdiblanca indicó esta semana que esta revisión quirúrgica a Isco, referente ofensivo del Betis y jugador clave en el esquema del técnico chileno Manuel Pellegrini, se decidió al detectarse "una falta de consolidación en el callo de fractura y la formación de puentes óseos sólidos" en las pruebas de control realizadas estos días al futbolista.
"El pronóstico queda reservado a la evolución postquirúrgica", según indicó a mediados de semana el club, si bien el responsable de sus servicios médicos, José Manuel Álvarez, avanzó que, una vez que sea operado, el jugador deberá estar "entre 6 y 8 semanas sin impactos" y luego llegará una "fase de readaptación" para la que en este momento no se fijan ningún plazo.