Manual de cómo reivindicarse a lo grande. Eso hizo Isco Alarcón en el partido ante el Betis con un recital que acompañó con dos goles, uno de ellos con su toque mágico particular.
Pero además de eso, el malagueño sudó como ningún otro madridista. En una de sus pocas oportunidades en el once titular, Isco se desfondó y recorrió 11'57 kilómetros para mostrarle a Zidane su compromiso y trabajo.
Además, Isco recuperó más balones que ningún otro centrocampista: ocho. Tras Kroos, fue el que más pases dio y el que más remato a puerta (dos). Un recital que guió al Madrid a la victoria tras los últimos cuatro empates.
El '22' parece haber dejado atrás los problemas físicos de principio de temporada y, a pesar de reconocer que buscará una salida en caso de no jugar, se puso el mono de trabajo para contentar el técnico galo.
Isco toca a la puerta de Zidane.