Todo, a raíz de que la directora internacional de la Asociación de Fútbol de Palestina, Susan Shalabi, agradeciera a la 'Albiceleste' no actuar en el amistoso previsto, que ellos consideraban una herramiento política.
"Tiene mucho mérito que el equipo argentino haya decidido no prestarse para convertirse en una herramienta política", aseguró.
Además de la denuncia, la embajada israelí en Buenos Aires aseguró que el encuentro se suspendía por amenazas y provocaciones a Leo Messi.
El asunto sigue dando vueltas y vueltas y hasta llevó al presidente de la AFA, Claudio Tapia, a comparecer para dar explicaciones.