Sin apenas tiempo para asumir que la Champions se había acabado de manera prematura, el equipo de Kovac no podía aflojar el pistón. Su gran rival por el título había vencido y la victoria era obligatoria. Lo hizo, y cómo lo hizo.
El 6-0 supuso un espaldarazo de ánimo para los muniqueses tras lo ocurrido ante el Liverpool. Ya no habrá opción de enmienda en Europa, aunque al menos el equipo demostró corazón y músculos para continuar con su afán de quitarle a los aurinegros un título de Bundesliga que tenían ya bien encarados.
James Rodríguez fue el indiscutible líder del Bayern. Firmó tres goles y un soberbio partido para confirmar el gran final de temporada que está completado.
No obstante, fue el máximo goleador extranjero de la Bundesliga quien abrió el marcador. Alaba centró, Lewandowski demostró su olfato para evitar complicaciones desde primera hora.
El homenaje del colombiano comenzó pasada la media hora. El 2-0 se lo tuvo que agradecer a Goretzka, quien le encontró dentro del área para que finalizar con un buen zurdazo.
Cinco minutos después, el partido ya estaba resuelto. Thiago conectó con Coman y, desde fuera del área, un buen derechazo llevó el 3-0 con el que se llegó al descanso.
En la reanudación no bajó el pistón el campeón alemán. James Rodríguez ajustó al poste izquierdo un buen tiro que continuó con su festival cuando solo se llevaban cinco minutos. El primer triplete del 'cafetero' con el Bayern llegó solo cuatro minutos después. De nuevo dentro del área, esta vez con la colaboración previa de Thomas Müller, cerró su gran tarde.
Pero aún quedaba más. Pese a que Lewandowski persiguió su doblete, fue Alphonso Davies, quien no llevaba mucho en el campo, quien cerró el set en blanco con su pierna derecha para hacer su primer tanto con la camiseta del club bávaro.
Pudo haber llegado alguno más, pero fueron bastantes tantos como para decir que el Bayern no está dispuesto a que se le escape ningún título más este año.