El verano no fue fácil para James Rodríguez. Día tras día se sucedían informaciones sobre su posible salida del Real Madrid.
James sonó para el Nápoles y para el Atlético de Madrid. Ambos clubes intentaron su fichaje hasta el final. Pero el mercado llegó a su fin y ninguno le echó el lazo al jugador del Real Madrid.
Así pues, el Bernabéu sigue siendo su casa. Y James decidió ganarse la confianza de Zidane a base de trabajo.
La buena actitud de James es más que evidente. El colombiano da el 100% en cada entrenamiento y eso se nota. Su entusiasmo y su profesionalidad se han convertido en la mejor arma del 'cafetero'.
Zidane le exigía compromiso. James ha respondido y promete seguir dejándose la piel cada vez que tenga la oportunidad. Y espera que la confianza del técnico se refleje en protagonismo.