El futuro de James sigue sin aclararse, aunque el colombiano no tiene en mente seguir en el Bayern. De todas formas, la última palabra la tendrá el club alemán a mediados de junio.
El centrocampista afirmó que no tuvo nunca ningún problema con Zidane, que ha regresado al banquillo del Real Madrid, por lo que esto no afectaría a su futuro.
Sin embargo, los hechos demuestran que sí los hubo y que mantuvieron una tensa relación en el año y medio que compartieron equipo.
Con Ancelotti en el banquillo, James jugó más que con 'Zizou': disputó 3.763 en 51 encuentros oficiales en los que marcó 18 goles y dio 19 asistencias.
Con Benítez, el 'cafetero' jugó 717 minutos repartidos en once partidos en los que anotó tres goles y dio seis pases de gol.
Sus desencuentros
Pero ambos no empezaron bien su relación. Nada más llegar Zidane al banquillo para sustituir al español, James fue suplente en un duelo ante el Sporting en el Bernabéu (5-1).
El colombiano se resistió a calentar y 'Zizou', enfadado, le instó con gestos a que realizara los ejercicios.
No fue el único incidente que protagonizaron. En junio de 2016, tras una gran actuación contra Paraguay en la Copa América, James le mandó un 'dardo' a Zidane.
"Yo aquí juego hasta cojo. Siempre quiero jugar y si puedo marcar gol, mejor", dijo el futbolista, que jugó a pesar de tener molestias en un hombro.
Antes de que acabase ese mismo año, James se quedó en el banquillo en un partido de Champions ante el Sporting de Portugal y se mostró hundido.
Ni siquiera fue a calentar con sus compañeros, ya que en ese entonces el centrocampista ya no era ni siquiera suplente. Tenía menos minutos que Asensio, Morata, Kovacic o Lucas Vázquez.
Y en diciembre, después de que el Real Madrid ganase el Mundial de Clubes tras golear al Kashima (4-1), James puso picante a la celebración y habló de su futuro.
"No puedo asegurar que vaya a seguir, tengo ofertas y siete días para pensar. Quiero jugar más. Tengo un punto de amargura por no haber jugado la final", admitió.
Ya en abril de 2017, el colombiano volvió a enfadarse. Tras abrir el marcador y dar dos asistencias a Morata en un encuentro ante el Leganés (2-4), mostró su rabia por ser sustituido.
En el tramo final, Zidane decidió dar entrada a Isco y James le dio un manotazo al banquillo. Por su parte, el entrenador afirmó en rueda de prensa no tener nada en contra del centrocampista, aunque aseguró que entendía sus enfados.
Un adiós duro
James tuvo una despedida amarga del Real Madrid, ya que se quedó fuera de la convocatoria para la final de la Champions 2016-17 en Cardiff ante la Juventus.
Fue su último gran enfado con Zidane, que ya le había dejado fuera de la lista un año antes en Milán ante el Atlético.
Y el 'cafetero', ya en Alemania, culpó al francés de no tener continuidad en el Madrid: "Cada entrenador tiene sus preferencias, creo que yo no estaba dentro de ellas, a pesar de que cuando jugaba, rendía, marcaba y daba asistencias".