Experimentó Sampaoli en el laboratorio menos acondicionado para ello. El feudo 'colchonero' hizo honor a su nombre y fue una caldera desde el primer minuto. Ambientazo a orillas del Manzanares que sólo se vio enfriado durante unos instantes tras una tempranera lesión de rodilla de Vrsaljko.
El lateral derecho fue sustituido por un Juanfran que acabó siendo decisivo. Con intercambio de golpes de área a área, los asistentes al Calderón no sabían hacia dónde mirar hasta escuchar cómo una sutil vaselina de Gameiro se estrelló con el larguero de la meta defendida por Rico. A partir de ahí, el partido se tiñó de rojiblanco.
Simeone le pedía a los suyos posesión, control y, sobre todo, cabeza. Sampaoli apostaba por verticalidad y juego de contraataque, pero eso no vale contra los 'indios'. La solidez atrás y la gran colocación de toda la defensa secaba el peligro del Sevilla minuto tras minuto.
Entre las subidas de Filipe por banda izquierda y las perdidas de un Nasri más pasivo que de costumbre, llegó el tanto de Godín. El 'Faraón' aprovechó un centro medido de Griezmann a balón parado para cabecear el balón a las redes rivales y darle el primer empujoncito a su equipo con dirección a la gloria. Un golpe duro que mató la ilusión del Sevilla poco antes del descanso.
Coronación del 'Principito'.
De sus botas nació el primer gol... y de sus botas nació el segundo. Griezmann se coronó en la tarde en la que debía de ser el protagonista al llegar a la primera hora de juego. Tras fallar un mano a mano bastante sencillo se redimió con un lanzamiento de falta auténticamente espectacular que rebotó en el larguero antes de tocar las redes. Fuerza, colocación, rosca y sutileza, uno de los goles de la temporada.
Con el 2-0 se terminó la historia. El Sevilla mejoró en ataque con la entrada de Jovetic, pero en defensa eran un coladero en cuanto cualquier centrocampista 'colchonero' lanzaba un pase al hueco. Y, como no hay dos sin tres, Koke se unió a la fiesta al aprovechar una gran icursión por banda derecha por Juanfran Torres.
Lo único que le quedó al Sevilla, además de saber que aún depende de sí mismo para lograr la tercera plaza, fue un solitario gol de Correa que sólo sirvió para no dejar inmaculado su casillero. Siete puntos en los últimos tres partidos le ha recortado el equipo de Simeone al de Sampaoli. Jaque... ¿mate?