Javi Galán se irá a la cama este lunes como uno de los hombres más felices de Aragón. El futbolista de 25 años saltó al terreno de juego en el 87' y anotó el tanto de la victoria, el único del partido y que sirvió para decanta el derbi aragonés a favor de la SD Huesca.
El Zaragoza dejó marchar la oportunidad de convertirse en el nuevo líder de LaLiga SmartBank y, además, permitió que se apretase la lucha por el ascenso directo. Solo cinco puntos de distancia entre el Cádiz y el Almería, el primero y el cuarto posicionado. Los equipos aragoneses, con solo tres puntos de distancia entre ellos.
Después de unos primeros compases colmados de nervios e imprecisiones, se comenzaron a ver las intenciones de ambos conjuntos y la SD Huesca tomó el timón del partido. Se jugó a lo quisieron los pupilos de Míchel, mientras que el cuadro maño esperaba su oportunidad al contragolpe.
Juan Carlos y David Ferreiro rasgaron las costuras de los locales por las bandas y solo faltó que Shinji Okazaki, que no apareció por La Romareda, cazase algún centro lateral. Uno pilló Rafa Mir y solo el travesaño pudo evitar que el murciano continuase con su buena racha de cara al gol.
Shinji Kagawa, al filo del descanso, se quedó a centímetros de la portería de Álvaro Fernández con un disparo cruzado desde la frontal del área. Tras la reanudación, parecía que la tensión y los nervios se traducirían en un partido apático, pero las pulsaciones subieron con el paso de los minutos y ambos equipos ofrecieron un derbi aragonés a la altura de las expectativas.
O a la altura, por lo menos, de lo que pedían los aficionados: que los jugadores se dejasen la piel sobre el terreno de juego. El desgaste físico de los futbolistas fue tremebundo e incluso tendrá consecuencias en las próximas jornadas.
Luis Suárez mandó un disparo cruzado a la madera, el Pichu Atienza cabeceó desviado a un metro de la portería, Eugeni pudo marcar con un disparo desde la frontal... pero no, el gol no llegaba. Era lo único que le faltaba al encuentro de La Romareda.
Al final llegó, claro que llegó, de la manera más emotiva posible: en el último minuto, tan doloroso para unos como gozoso para otros. En el 95', Javi Galán recogió un rechace de Cristian Álvarez, recortó hacia el centro y mandó el balón a las mallas, lo que provocó el éxtasis en el cuadro oscense.
El VAR estuvo revisando la acción por una posible falta sobre Javi Puado, pero finalmente el tanto subió al electrónico. Final agrio para el Zaragoza y más que dulce para la SD Huesca, que se coloca a solo tres puntos de los de Víctor Fernández en la clasificación de LaLiga SmartBank.