Se tuvo que conformar el Atleti con un empate en Huesca. Empate que supo a poco, muy poco, tras la goleada endosada al Granada apenas unos días atrás. Joao Félix, de lo poco rescatable de un equipo tristemente reconocible.
Fue el jugador que quiso cambiar las tornas del encuentro. El que se echó a los suyos a la espalda y el que con más insistencia lo intentó. Joao Félix demostró de nuevo en El Alcoraz que esta temporada tiene ganas de dar un paso al frente y ganar protagonismo.
Trató de crear juego y pidió el balón con insistencia, dejando por el camino alguna que otra jugada para el recuerdo, como su inverosímil caño cuando parecía que perdería el balón ante la presión del rival.
Rozó el gol, incluso, pero se topó con el muro oscense. No hubo forma de que el Atleti batiera a la SD Huesca, pero no fue porque no lo intentase, en especial un Joao Félix que parece estar en estado de gracia.