Jordi Cruyff, como él mismo reconoció, no es un tipo al que le guste especialmente disfrutar de los éxitos. "No soy de celebrar mucho, pero estoy contento. Los aficionados han podido disfrutar de un momento feliz después de mucho tiempo", se limitó a decir, tras la consecución de la Toto Cup, la Copa de la Liga de Israel.
Es el primer trofeo que logra en su corta carrera como entrenador, la cual comenzó hace casi un año, cuando el Maccabi, inmerso en una extraña dinámica, entregó el banquillo a su hasta entonces director deportivo.
Con Cruyff a los mandos, el Maccabi logró recortar la distancia al Hapoel Be'er Sheva de los 8 puntos con que se encontró a sólo 3. No fue suficiente, pero los éxitos no tardaron en llegar.
La Europa League fue decepcionante, con sólo cuatro puntos de 18 posibles. La alegría llegó poco después de ser eliminado de Europa, en la Copa de la Liga.
El Maccabi fue eliminando rivales en la Toto Cup, hasta consumar su venganza ante el Hapoel Be'er Sheva en la final, la cual ganó 0-1 con gol de Kjartansson.