"El desarrollo del fútbol en China es un hecho. El gobierno del país está haciendo una fuerte inversión en todos los aspectos para convertirse en una gran potencia. Y no sólo en lo que es la primera categoría, sino el elevado gasto en el fútbol base", explicó.
El equipo al que entrena, el Chongqing, tiene solo el objetivo de la salvación en el horizonte y, señala Cruyff, "no tiene presupuesto para grandes fichajes". No obstante, reconoce que se ha sorprendido por el gran nivel que hay en la Liga China.
También cree que existe una gran diferencia generacional con su plantilla. "Los jóvenes vienen con hambre de aprender, están abiertos a todo. Hay que hacerlo al revés, soy yo el que les pregunta", indicó Cruyff, que todavía se extraña por la timidez de sus jugadores.
Las dificultades con el idioma dificultan en gran medida el proceso de comunicación, pero ya tiene más solucionado ese problema. "Tengo a cuatro que nos acompañan constantemente. Uno está con los porteros, otro con los brasileños, el tercero acompaña al preparador físico y otro conmigo, que es el principal", afirmó.