En mayo de 2018, el mundo del fútbol se estremeció una vez más. La violencia volvió a manchar la pelota, esta vez, de aficionados a jugadores y técnicos del mismo club. Ultras del Sporting accedieron a las instalaciones y agredieron y amenazaron a la plantilla.
Un año y medio más tarde, se está desarrollando el juicio contra los agresores. Bruno Fernandes ha sido uno de los que ha declarado y sus palabras cortan el cuerpo a cualquiera.
"Cuando hay partido siento ansiedad. Si las cosas salen mal, puede volver a ocurrir. Nunca había sentido nada de esto. Más que por mi vida, temía por las vidas de mi familia, especialmente mi hija y mi esposa. Le pedí a mi esposa que fuera a Oporto para que no les pasara nada", declaró.
Además, arrojó datos concretos sobre el ataque: "Tenían unos 20 o 25 años. Fueron directamente a Rui Patrício y William Carvalho, luego hacia Acuña y Battaglia. Dijeron 'no te mereces este camiseta'. 'Te mataremos', 'cómo no ganes el domingo, verás lo que te sucede'. Vi a Jorge Jesus con sangre en la boca y poniéndole puntos en la cabeza a Bas Dost".