"El fútbol es así". Esta manida máxima pareció entonar Jorge Molina cuando, con su estelar actuación, decidió el Burgos-Granada. Los andaluces, hasta su entrada, habían sido muy inferiores a su rival, pero, como el abuelo que da enseñanzas de la vida a sus nietos, se levantó del banco, del banquillo en su caso, y arrojó la luz necesaria a un equipo que estaba completamente cegado en El Plantío.
El ritmo alto del inicio se rompió y cayó al mínimo con el gol de los burgaleses. Los visitantes ya habían recibido la mala noticia de la lesión de Torrente y, en el 8', llegó el mazazo del 1-0. Gaspar Campos se sacó un zurdazo perfecto a media altura desde la frontal que se coló por el palo más alejado de Raúl Fernández.
Intentó reaccionar el Granada, pero solo eso. Lo intentó. Nunca supo hacerle daño a un Burgos que no solo estuvo cómodo con la situación, sino que tuvo tres ocasiones antes del descanso. Bermejo remató un balón suelto en el área que detuvo el meta visitante, mientras que Curro, de falta directa, no se quedó lejos de la escuadra en un tiro que se fue ligeramente por encima de la cruceta. Por último, Mumo estuvo demasiado lento en un contragolpe que olía a gol y quedó en nada.
Por su parte, los nazaríes lograron su primer remate en el último suspiro de la primera mitad, gracias a un intento con el hombro de Weissman tras un centro desde la derecha. Fue todo lo reseñable en ataque de un equipo que cambió, más en el colmillo que en el juego, en la segunda mitad.
Paco López, al ver que no cambiaba el guion, dio entrada a Jorge Molina en el minuto 59. Para entonces, Bermejo ya había dejado un remate desviado y el Burgos, varias llegadas al área con cierto peligro. Pero desde entonces, todo cambió. Molina marcó en el 69', tuvo una clara en el 74', asistió para el 1-2 en el 83' y sentenció en el 98'. Él solo tuvo más historias que contar que su equipo, seguramente, por muchas horas que hubiera durado el choque.
El empate llegó gracias a una acción de Sergio Ruiz, que, al filo del fuera de juego pero habilitado, recibió un buen pase al espacio y la puso al área por encima de Caro, donde apareció Jorge Molina para poner el 1-1. El '19' avisó poco después en el área, con un remate a la media vuelta al primer palo que engañó al portero. La bola besó el lateral de la red.
Areso tuvo la mejor de la segunda mitad para los suyos. Se metió en el área, recortó a Cabaco y soltó un remate suave con el exterior que acabó en manos de Raúl cuando podía haber finalizado con mejores resultados. El que no perdonaría sería Uzuni a los 83 minutos de encuentro. Jorge Molina, con un pase raso al área desde la derecha, encontró al goleador del Granada, quien, de primeras, batió a Caro para poner el 1-2 en el luminoso. El Granada confirmaba una remontada impensable solo un rato antes.
Ya en la recta final, Mourad vio la roja por una patada desde el suelo. El Burgos se desesperó e intentó un empate que le dejó desnudo en defensa, algo que aprovechó Molina para poner la guinda al partido con un golazo en el 98'. Dese la frontal, tiró para superar a Caro con un lanzamiento que dio en el larguero antes de besar la red y mandar al Granada a la tercera plaza y dejarle a solo tres puntos del liderato.