La media inglesa es archiconocida en el fútbol. Se trata de ganar en casa y empatar fuera. Cuatro puntos de seis, a la larga, es una cosecha más que interesante para estar peleando por cotas altas. Pero en Málaga, han reiventado ese cálculo.
Y es que el equipo de José Alberto mantiene una regularidad casi inexplicable que le hace ganarlo casi todo en casa y perderlo casi todo fuera. La 'media malagueña' volvió a cumplirse ante el Tenerife, encuentro que acabó con victoria por la mínima de los locales.
Empezó muy bien un Málaga que llegó a marcar a los cuatro minutos. Javi Jiménez hacía el 1-0 con una buena volea, pero había fuera de juego en la jugada previa, por lo que el marcador volvió a su estado inicial. Pero sí sirvió esta jugada para espolear al Tenerife.
Hasta tres llegadas peligrosas tuvieron los de Ramis en solo cuatro minutos. Elady remató algo forzado a las manos de Dani Martín y volvió a aparecer para cabecear un centro por encima del larguero. Pero la más clara la tuvo Rubén Díaz en el 11', con una volea que salió cruzada de más por centímetros para alivio de La Rosaleda.
Creció mucho el Tenerife en esos primeros minutos, pero el Málaga cortó la dinámica de raíz con el 1-0. El tanto llegó en un discutido penalti sobre la línea frontal del área de Rubén Díez sobre Brandon. Tras unos minutos de revisión, el '9' se encargó de lanzarlo al medio para adelantar a los suyos.
Elady apareció en alguna llegada de los suyos, pero supo gestionar el resultado el equipo andaluz con el balón en los pies. De hecho, dominó pese a ir ganando y Roberto, en el 33', remató alto un centro desde el punto de penalti. Antes del descanso, el ritmo bajó considerablemente. Durmió el Málaga el partido con largas posesiones y combinaciones aplaudidas. Solo la lesión de Sipcic y dos cantadas de Juan Soriano en dos salidas nefastas alteró el relax hasta el 45'.
No cambió demasiado el guion en la segunda mitad. Cuando todo hacía pensar que los visitantes darían un paso adelante, fueron los de José Alberto los que seguían mandando en el balón. Pero los cambios de Ramis con la hora de partido cumplida hicieron reaccionar a su equipo, con las entradas de Shashoua y Mellot.
Tuvo que retroceder el equipo de Martiricos ante un rival que tuvo llegadas más numerosas que peligrosas. La defensa estuvo más que solvente con los repetidos centros al área que se quedaron en nada. Elady, que se durmió en el área, y Enric Gallego, con algún remate tímido, fueron todo el arsenal del Tenerife.
Volvió el Málaga a crecerse, aunque sin apenas molestar a Juan Soriano. Su gestión de la situación le hizo ahorrarse mucho sufrimiento, pero sacrificó cualquier atisbó de llegar a la meta rival. Solo Brandon, que pecó de individualista en un contragolpe, pudo sentenciar el encuentro, pero erró.
Sí que llegaría la mordida general de uñas a La Rosaleda en los últimos minutos. El Tenerife tuvo dos grandes ocasiones para empatar. En el 88', Mollejo mandó fuera un remate de primeras que pasó muy cerca del palo. Y en el 89', Dani Martín salió rematadamente mal por arriba y Elady estrelló el remate en un defensa cuando no había portero.
El pitido final supuso la vuelta a la respiración de la grada y la confirmación de que este Málaga tiene dos caras bastante diferenciadas. El triunfo le devuelve a la lucha por el 'play off', ya que es séptimo con 23 puntos, a tres del sexto. Los tinerfeños, por su parte, son cuartos con 27.