La tragedia -deportiva- sacudió al Coleraine en la jornada 21 de la Liga de Irlanda del Norte. El equipo iba ganando por 1-2 al Glentoran a falta de unos 15 minutos para el final de la cita cuando uno de sus futbolistas marcó, en propia puerta, el que, probablemente, fue el golazo de la jornada.
El elenco rival combinaba la pelota en su propio campo, sin peligro alguno, cuando él entró en acción. Trató de arrebatarle el esférico a un contrincante con una entrada baja a la que impregnó demasiada potencia. El resultado, grotesco e inesperado para su cancerbero.
Este, de nombre Gallagher, no pensaba que la pelota fuera a dirigirse hacia sus palos fruto de fuego amigo, conque careció de capacidad de reacción. Estaba adelantado, tranquilo, y solo logró convertirse en testigo del tanto que supuso el reparto de puntos definitivo.
Joshua Carson no pudo resarcirse de esta mala jugada en su siguiente encuentro ante el Glentoran. Partió como titular, pero no consiguió participar de ninguna diana que desequilibrara el luminoso en favor de los suyos, que, de nuevo, firmaron la paz.