No corren buenos tiempos para Luka Jovic, que volvió en buena forma del parón de selecciones, pero la COVID-19 ha azotado al delantero del Real Madrid, positivo en las últimas pruebas realizadas.
Con solo tres goles en partido oficial desde febrero, y los tres con la Selección de Serbia, Jovic trabaja para volver a ser el que fue en el Eintracht de Frankfurt. Su padre, Milan Jovic, ha hablado de su forma de jugar cuando era pequeño.
"Yo levantaba la pelota por él y la golpeaba con la cabeza indefinidamente. Dos veces incluso hizo tijeretas en el cemento, después de lo cual tuve que rogarle que no lo hiciera más. Dios no quiera que se golpeara en la cabeza o algo así", explicó en 'Objektiv'.
Los tres goles anotados en este parón con Serbia fueron de cabeza. Una faceta que a Jovic se le da especialmente bien, pese a no ser excesivamente alto (mide 1,82 metros de altura).
De momento, Jovic deberá seguir trabajando desde la paciencia para vovler con fuerza de su positivo en COVID-19. Se perderá los partidos ante el Villarreal e Inter de Milán, pero espera estar disponible cuanto antes.