Juanmi está de vuelta a su patria. No, no se refieren estas líneas a su país, sino a su tierra: Andalucía. Después de tan solo media temporada en Arabia Saudí de la mano del Al Riyadh, ha roto su contrato con Oriente Medio para jugar lo que queda de curso en el Cádiz. Se confía en él para que dé un plus por la permanencia y, con este movimiento, acoge el tercer escudo de su comunidad autónoma a su currículum. Lo que quizá no sabe es que, con ello, ha hecho historia. BeSoccer Pro lo explica.
Ahora, el de Coín está entre los futbolistas con más equipos andaluces en Primera División de los registros del campeonato. Ha igualado a Francisco Antúnez -Real Betis, Sevilla y CD Málaga-, Heliodoro Castaño -Real Jaén, Real Betis y Córdoba-, Rafael Jaén -Córdoba, Granada, Sevilla-, Alfredo Megido -Granada, Real Betis y CD Málaga-, Manuel Zambrano Díaz -Recreativo de Huelva, CD Málaga y Sevilla-, Pedro Luis Jaro Reguero -Cádiz, CD Málaga y Real Betis-, Juan Luis Fernández Redondo -Real Betis, Sevilla y Xerez CD-, Iriney Santos da Silva -Almería, Granada y Real Betis-, Abel Gómez -Córdoba, Granada y Xerez CD-, Ikechukwu Uche -Granada, Málaga y Recreativo de Huelva-, Juankar -Granada, Málaga y Real Betis-, Juan Cala -Cádiz, Granada y Sevilla-, Álvaro Negredo -Almería, Cádiz y Sevilla- y Francisco Portillo -Almería, Málaga y Real Betis-.
La mayor parte de la lista evoca a épocas pasadas. Es uno de los reflejos de que los conjuntos del sur hayan dado un paso atrás en la categoría de oro nacional. El Málaga milita en Primera Federación, como el Córdoba y el Recrativo de Huelva, el Real Jaén lo hace en Tercera Federación y, esta temporada, los principales exponentes de la región son el Real Betis, el Sevilla, el Cádiz, el Granada y el Almería. Los tres últimos son los principales candidatos al descenso.
February 1, 2024
Como consecuencia, el caladero andaluz de talento se ha reducido a dimensiones tan raquíticas que es extraño ver a algún futbolista actual en el 'ranking' antes diseminado. No por ello deja de haber nombres que el aficionado recordará fácilmente. ¿Cómo olvidar a Ikechukwu Uche y su contribución al ascenso del Recre en 2006? ¿Qué 'boquerón' no tiene en mente a un Juankar dilapidado por las lesiones o a ese Portillo que destellaba por la banda de La Rosaleda?
Pero no es necesario siquiera recurrir al pasado, sea este más reciente o más lejano, para pensar en algún integrante de la lista. Álvaro Negredo, ya con 38 años, será compañero de Juanmi ahora que se ha unido a las filas del Cádiz. De haber llegado un poco antes, habría coincidido con Juan Cala, que, tras una lesión de rodilla que le recordó unos quebraderos de cabeza que ya le hicieron plantearse el retiro en 2021, optó por colgar las botas.
A pesar de que ellos ayudan a dibujar un 'andalucismo' más contemporáneo, la realidad es que bajar de Despeñaperros ha sido una ruta cada vez menos habitual en Primera División. La mayoría de los viajeros jugaban en décadas anteriores, incluso pertenecientes al siglo pasado. Todos han quedado al menos a dos escudos de distancia de José Manuel Casado Bizcocho, el único con cinco camisetas diferentes de su tierra. Estuvo en el Almería, el Málaga, el Recreativo de Huelva, el Sevilla y el Xerez.
Su nombre puede sonar lejano, pero se retiró hace tan solo cuatro años, tras una temporada con el Coria en la ya extinta Tercera División. Antes, pasó por el Numancia y, en la primera y última estancia de su carrera fuera de España, el Bolton Wanderers. que le permitió conocer el Championship. Para entonces, ya habían quedado en el retrovisor sus años de mayor bonanza, que se dieron entre Huelva, Xerez y Vallecas. Nunca terminó de despuntar tras dejar el barrio de la capital.
La decisión de Juanmi puede ser la mejor de su vida
Aunque lo habitual es que la atención se centre en los conjuntos de más arriba, las historias que se acercan a los títulos, y se haga con merecimiento -el Girona, por ejemplo, es digno de todos los elogios-, hay relatos de barro que huelen a gloria. Juanmi, con este movimiento, puede estar tomando una de la mejores decisiones de su vida. Las condiciones son las ideales para que recupere su máximo estado de forma y exprima su experiencia.
No es extraño que los delanteros alcancen su apogeo alrededor de la treintena de edad, cuando el físico aún aguanta y el cerebro funciona a otra velocidad respecto a la defensas. Además, en el Cádiz, da un paso atrás a nivel de ambición para ayudar a los amarillos a escapar del descenso. En el Real Betis, sus metas eran europeas; ahora, son de supervivencia. Su equipo está constantemente al borde de salir a flote y no termina de hacerlo. Él puede marcar la diferencia.
El curso más prolífico de su trayectoria no es lejano en el tiempo: fue el 21-22, cuando, vestido de verdiblanco, anotó 20 goles en 46 partidos. Si el proyecto de Manuel Pellegrini se ha convertido, estos años, en uno de los punteros de la élite española, él ha contribuido a ello por mucho que su rol se fuera quedando sin sitio en los planes del 'Ingeniero'. Ahora que se ha deshecho de un día a día en Arabia que puede hacerse pesado -esto ya lo ha reconocido en público Aymeric Laporte y puede que explique, en parte, la determinación del coíno de marcharse-, los alicientes son los ideales para que se sienta a gusto.
En el encantador pueblo de Málaga en el que se crio, los lugareños se arremolinan alrededor de mesas de bares para almorzar y dejan escapar sus vistas hacia la esquina donde el dueño haya ubicado la televisión si es él quien juega. Verle marcar supone un grito de júbilo. Su gente se alegra por él y, con su desembarco en el Cádiz, vuelve a conectar con sus raíces. Ya es histórico por la variedad de sus escudos. ¿Lo será por la de sus éxitos? Salvar al Nuevo Mirandilla de Segunda sería uno enorme.