Las jugadoras de la Liga F están de huelga por la falta de acuerdo para la renovación del convenio colectivo entre la patronal y los sindicatos. Exigen un salario mínimo de 25.000 euros para esta temporada y 30.000 de cara a la siguiente, pero la propuesta de la organización del campeonato es de 20.000 euros que alcanzaría los 25.000 en un lapso de tres años. Supondría un incremento del 25% en los emolumentos de las plantillas.
En un comunicado del campeonato, se pudo atestiguar lo enfrentadas que están las posturas, pues los mandamases del fútfem profesional español se mostraron sorprendidos con que no se aceptaran sus propuestas a pesar de mejorar, en gran medida, el consenso anterior y responder a varias de las solicitudes de las interpeladas. Se emplaza, de hecho, a pensar en potenciales consecuencias negativas para la economía de los equipos en caso de conceder todas las peticiones.
En este contexto, han surgido algunas voces disonantes para con la posición de las integrantes de la categoría. Esther Sullastres, que milita en el Sevilla, y Patri Ojeda, que lo hace en el Sporting Huelva, se expresron a través de sus redes sociales para dejar claro que no están de acuerdo con estas protestas porque entienden que el documento que se ha puesto sobre la mesa es comprensible e implica un paso adelante.
Incluso Priscila Borja, ya exjugadora, alzó la voz en internet para decir que le veía sentido a la huelga de 2017 para la creación de un convenio, pero que no ve comprensibles las nuevas quejas, que, de todos modos, han salido bien en la primera jornada de la campaña. De cara a la segunda, se espera que todos los partidos se aplacen de nuevo para que crezca la presión sobre la patronal, que, de momento, no ha cedido.
September 9, 2023
September 10, 2023
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