El Rostov y el Sochi mantuvieron un pulso en las últimas horas. El conjunto de Karpin deseaba retrasar el partido, ya que tiene al primer equipo en cuarentena tras el positivo de seis de sus jugadores por COVID-19.
Sin embargo, el Sochi, que lucha por no descender, se negó. Así, el Rostov aceptó la disputa del duelo para evitar una incomparecencia y anunció que jugaría con juveniles en el regreso de la Liga Rusa.
El equipo sureño salió al terreno de juego con una mezcla de su equipo Sub 19 y el llamado 'Rostov 2003', que incluye a jugadores nacidos en ese año, por lo que tienen 16 y 17 años. Ni uno de los once alineados tenía experiencia en el más alto nivel.
No se esperaba un buen resultado. En su liga, el juvenil del Rostov, que voló a Sochi apenas cuatro horas antes del comienzo del partido, es el duodécimo clasificado de 16 equipos. David contra Goliat.
Con todo, el Rostov empezó sorprendiendo con el gol de Romanov en el minuto 1 de partido, pero no serviría de mucho. Un espejismo. Apenas seis minutos después de este tanto, recibió el primero del Sochi cuando Mostovoy empató.
A partir de ahí, el guión fue el esperado. Kokorin anotó un doblete (15' y 44') y todavía hubo tiempo de más antes del descanso: Zabolotnyi también hizo dos goles.
En el segundo tiempo, ya con el 5-1, Kokorin completó el 'hat trick' al marcar en el 52' y, tan solo un minuto después, Novolseltsev puso el séptimo.
Nadie quería quedarse sin un gol en una batalla tan desigualada. Poloz se apuntó a los dobletes con una diana en el 75' y otra en el 86', mientras que Koldunov hizo el décimo en el minuto 87.