Un gol psicológico. Cuando parecía que el Atalanta se podía ir al descanso con ventaja de un tanto, llegó la diana del empate por medio de Júnior Moraes.
El brasileño nacionalizado ucraniano tiró de clase para poner la igualada. Recibió un pase filtrado en profundidad y en corrió hacia el área rival.
Con un sutil toque dejó atrás a Gollini y con la pierna izquierda definió a puerta vacía, complicando el sueño de Champions del Atalanta.
1 de octubre de 2019