Un partido entre Eibar y Getafe siempre es sinónimo de mucha intensidad, faltas, rivalidad... Cada uno tiene su estilo. Es fútbol de barrio, el que también gusta ver. Lo importante, puntuar. Y los dos equipos gozaron de opciones para ganar este domingo. El empate se mantuvo y fue lo más justo visto lo visto.
La declaración de intenciones de Mendilibar fue clara desde la publicación del once 'armero': el Eibar, con dos puntas -Kike García y Muto-. Sin embargo, pese al buen inicio de los locales, supo reaccionar el Getafe con el paso de los minutos, hasta que se supo encontrar sobre el césped de Ipurua, un estadio siempre complicado.
Kike García tuvo la primera oportunidad clara, con un disparo al larguero tras una buena intervención de Soria, que salvó de forma magistral algunas reales de gol. El Eibar apretó desde el principio, presionó y quiso ser protagonista. Aunque el Getafe, con cuentagotas, metía el miedo a la defensa de Dmitrovic y cía.
El partido se fue equilibrando hasta que el Getafe le miró cara a cara al Eibar para ganar la posesión. Los zurdos mandaron en ambos ataques: Bryan Gil, en los vascos y Cucurella, en los madrileños. Y Dmitrovic también se vio obligado a intervenir hasta el descanso, que sirvió para descansar las piernas, pero no para variar el guion de partido, que siguió idéntico.
La segunda parte arrancó intensa. Se afeitaron bien algunas piernas con faltas, tanganas y piques doquier. El Getafe, con un juego directo, aprovechó esos minutos de indecisión para generar en el ataque, pero le faltó acierto a Jaime Mata. Los últimos 20 minutos fueron una montaña rusa de dominio alterno, ocasiones...
Ángel amenazó en una buena contra azulona y Sergi Enrich se encontró con el palo. Posteriormente, por un agarrón incomprensible, Kike García vio la segunda amarilla y se fue expulsado. El Getafe acabó metido en el área del Eibar, pero la figura de Dmitrovic se agrandó para mantener un empate que hace justicia para los dos equipos.