Juventus e Inter se tomaron en serio el 'Derbi de Italia' de Nanjing. Sarri y Conte apostaron por onces bastante aseados y el choque se vivió como si se tratara de uno más de Serie A. Al final, tablas, con una parte para cada equipo y ocasiones y dominio también repartido.
Los 'nerazzurri', sin nombres en la alineación, pero ya con el evidente trabajo de Antonio Conte, sorprendieron por su desparpajo en la primera parte. Sacaron siempre el balón jugado desde atrás y crearon muchos problemas a una Juventus con más nombres que hombres.
Higuaín compartió delantera con Cristiano Ronaldo en el primer acto y ambos demostraron que han perdido la sintonía que un día tuvieron en el Real Madrid. Enfrente, Perisic comandó siempre las acometidas de un Inter que lo bordó al contragolpe y creó muchos problemas a la Juventus con el ya característico esquema de tres defensas de Conte.
El 0-1 llegó de la manera más inesperada, en un saque de esquina que De Ligt se introdujo en su propia portería. La Juventus, por su parte, no se prodigó casi nada en ataque hasta un par de tímidos intentos de Bernardeschi al final. Muy poco de Rabiot y Cristiano, nada de Pjanic... la 'Vecchia Signora' prácticamente no fue rival en los primeros 45 minutos.
Las cosas cambiaron tras el descanso, a pesar de que los cambios no fueron excesivos. Mandzukic, eso sí, enseguida hizo evidentes las diferencias con el 'Pipita' y, con su garra, metió a la Juve en el partido.
Tras varias acciones bien sofocadas por Padelli, sustituto de Handanovic al descanso, llegaría el 1-1 definitivo, anotado de falta por Cristiano Ronaldo después de que su disparo se desviara tras tocar en un rival.
Ambos bajaron el pistón con la igualada y el carrusel de cambios del equipo interista, que se tradujo en un descenso en la intensidad del partido.
En la tanda de penaltis, ese trámite obligado de la International Champions Cup, Buffon demostró que aún está muy vivo y evitó el triunfo de los 'nerazzurri' parando tres penaltis. La Juve ganó 4-3.