Octavos y cuartos de final fueron los techos de Argentina y Brasil, respectivamente, en el pasado Mundial de Rusia. Dos fracasos morrocotudos para dos países que siempre están obligados a pelear por los títulos y que reúnen hasta siete Mundiales a lo largo de la historia.
El varapalo de la 'Albiceleste' fue todavía más sonado. Le costó el cargo a Sampaoli y dio paso a un cambio abrupto que sigue su curso. Scaloni tomó las riendas de forma interina y, mientras Messi y otros pesos pesados debaten cuándo volver con la Selección, la AFA se afana por encontrar un relevo para el banquillo.
Entre tanta convulsión, algunos jóvenes valores argentinos han tratado de derribar la puerta en los últimos amistosos. Es así como la 'Albiceleste' busca fortalecerse de cara al futuro. Renovarse o morir, se ha dicho siempre. Cervi, Lo Celso, Pavón o Gio Simeone representan la evolución que busca Argentina.
Impactante ha sido para el país la eclosión del hijo del 'Cholo', que durante las últimas temporadas se ha asentado en la élite en la Serie A. Simeone aprovechó sus minutos para incluso marcar ante Guatemala, dando síntomas de que puede ser un '9' de garantías de cara al futuro.
En Brasil, más de lo mismo, pero con la diferencia de que el técnico mundialista no solo siguió en su cargo sino que además renovó. Tite es el líder de un grupo pleno de talento, como siempre a lo largo de la historia, pero que en los últimos grandes torneos ha pecado de no saber competir a la hora de la verdad.
Bélgica fue el verdugo brasileño en Rusia, en un partido en el que Courtois frenó todos los intentos de Neymar por ser el héroe. 'Ney' sigue siendo la estrella -y ahora capitán inamovible- de la 'Canarinha', que también busca soluciones con jóvenes para lo que está por llegar.
Asoman grandes proyectos en el horizonte. Arthur, flamante fichaje barcelonista, es uno de ellos. Un mediocentro para muchos años, qué duda cabe. Pero hay más en la versatilidad del pretendido Lucas Paquetá o en la facilidad goleadora que demostró Richarlison en su debut. Hay mimbres para sanar los fracasos.