Fue un encuentro con alternativas al que Kane, al mismo tiempo objeto de penalti, abrochó desde los once metros. El Tottenham lo intentó hasta el final, pero no pudo aplacar del todo a un Norwich sobresaliente. El VAR también fue protagonista al revisar dos jugadas que, a pesar de acabar en goles, no subieron al marcador.
Los 'canaries' están en la última posición de la Premier League, su juego valiente no se corresponde con los resultados obtenidos. Se crecen ante los grandes, de momento sin premio. Cierran el año a seis puntos de la salvación.
Y eso que el Norwich empezó golpeando primero. Vrancic la robó en el centro del campo, los 'spurs' recularon y de disparo cruzado batió a Gazzaniga, que pareció poder hacer más ante el disparo del jugador que entrena Daniel Farke.
Pasaron los minutos y el conjunto de Londres se hizo con el control, aunque era más sensorial que efectivo. Al Tottenham le costaba generar ocasiones a pesar del mucho talento desparramado en el terreno de juego. De hecho, Pukki, pasada la media hora, hizo el segundo, pero no se lo dieron por válido por un fuera de juego milimétrico.
Hubo que esperar a la segunda mitad para el empate. Lo hizo Eriksen con un golazo de falta. El danés gritaba en la celebración como pocas veces lo ha hecho. Tres minutos después a Dele Alli le anularon, también por fuera de juego, otro tanto.
El asedio del Tottenham era total, pero un ataque en apariencia inofensivo del Norwich acabó en autogol de aurier. Con Lucas y Lamela ya en el campo (Lo Celso fue sustituido por su compatriota), el cuadro de Mourinho hiló mejor fútbol.
Hasta que Kane fue derribado en el área y el capitán, en el 83' y en su partido número 200 en la Premier League, apagó el ardor de los valientes 'canaries'. Un punto que no satisface demasiado a nadie. El Tottenham es quinto temporalmente, el Norwich se queda último.