El jugador del Valencia Kang-in Lee recibió la llamada de la Selección de Corea del Sur para hacer frente a dos encuentros clasificatorios para para el Mundial de Asia en este parón de selecciones.
El futbolista ha tenido que recorrer 22.000 kilómetros para jugar con su combinado nacional, según 'AS'. Esto se debe a la situación tan polémica que atraviesan Corea del Sur y Corea del Norte, que se encuentran en guerra desde hace 60 años.
El coreano y el resto de sus compañeros no pudieron cruzar directamente al norte, sino que tuvieron que hacer un viaje de más de 1.000 kilómetros hasta Pekín para obtener el visado.
Asimismo, aficionados, familiares y medios de comunicación no recibieron el permiso para trasladarse. Por esta razón, tras el encuentro, Kang-in Lee aprovechó la vuelta a Pekín para poner rumbo a España.